Palacio de Amber y Hawa Mahal, joyas de Jaipur

Durante nuestros días en Jaipur, intentamos ver el mayor número posible de palacios y templos, pero ciertamente no es fácil en esta ciudad que está literalmente llena de lugares interesantes. En entradas anteriores, puedes leer sobre cuando sobrevolamos la ciudad en globo aerostático y si quieres leer un poco más de información general sobre Jaipur y lo que nos pareció la ciudad, puedes consultar aquí. Si sientes curiosidad por Mumbai, sigue leyendo aquí.

Un consejo cuando visites atracciones en la India es que reserves siempre tu propio guía. La mayoría de las atracciones tienen guías que son empleados del gobierno y éstos son expertos y muy asequibles. Si no estás familiarizado con la historia de la India, es bueno que te acompañe alguien que te explique las cosas. A menudo no hay carteles informativos. Sin embargo, ten cuidado con los guías falsos que suelen estar a las afueras de los lugares de interés, son caros y malos. Los guías del gobierno llevan tarjetas de identificación oficiales colgadas del cuello y, por tanto, son fáciles de reconocer.

El Palacio de los Vientos, o Hawa Mahal como se llama en realidad, se encuentra en el centro de la ciudad vieja. Este edificio de cinco plantas, de aspecto inconfundible, es de visita obligada y forma parte del paisaje urbano de Jaipur. El palacio se construyó en 1799 como palacio de verano para el marajá y su familia. Debe su nombre al ingenioso sistema de ventanas y cristales que permitía el paso de una brisa fresca a través del palacio durante los calurosos meses de verano. Una parte del palacio era sólo para las mujeres, las reinas. Se decía que su belleza era tan deslumbrante que se iniciaban guerras por ellas. Así que, para mantener la paz, era mejor mantenerlas fuera de la vista del pueblo llano, pero al menos las reinas podían pasar sus días contemplando la vida de la ciudad a través de las pequeñas ventanas. Las reinas vestían siempre trajes coloridos adornados con oro y piedras preciosas. Esto hacía que sus ropas pesaran tanto que tenían dificultades para caminar por los cinco pisos del palacio. La solución no fue aligerar las pesadas ropas, sino que se trajo a eunucos para que hicieran rodar a las reinas en sillas de ruedas piso por piso. Por tanto, quizá podamos decir que el palacio era accesible ya entonces. Como no se permitía a ningún hombre que no fuera el rey relacionarse con las reinas, los eunucos también actuaban como guardaespaldas en esta parte del palacio.

El Hawa Mahal también está conectado con el observatorio Jantar Mantar y el Palacio de la Ciudad. La idea era que la familia real pudiera pasear entre ambos sin tener que salir al exterior. Incluso hoy en día, la familia real se aloja en una parte del Palacio de la Ciudad y, cuando el rey está en casa, la bandera india ondea junto a otra bandera ligeramente más pequeña, de una cuarta parte del tamaño. Se dice que el maharajá Sawai Man Singh II, fundador de Jaipur, era una cuarta parte más inteligente que sus súbditos y que, por tanto, su presencia en la ciudad se manifestaría mediante esta bandera.

A poco más de un kilómetro y medio de Jaipur, la antigua capital de Rajastán, Amber, alberga el Palacio de Amber. En realidad, Amber se pronuncia Amer y a veces se escribe con y a veces sin B. Además, los términos Palacio de Amber y Fuerte de Amber parecen utilizarse como sinónimos. Antes de irnos, leímos que había que subir la colina hasta el palacio en jeep o en elefante. Como soy escéptica respecto a los animales en las atracciones turísticas, optamos por coger un Uber hasta el aparcamiento del palacio. Desde aquí sí que había que subir una colina, pero no había peligro alguno de caminar por tu propio pie. Si luego quieres bajar a Amber para comprar alfombras, tejidos, joyas y otras artesanías, puedes bajar en jeep.

El palacio de Amber comenzó a construirse en 1592, con diversas adiciones y ampliaciones realizadas a lo largo de los 150 años siguientes, hasta que Jaipur se convirtió en la nueva capital del Rajastán. El exterior es más parecido a una fortaleza y está construido con arenisca roja, mientras que el interior del palacio es de mármol blanco. Al igual que en el Palacio de los Vientos, aquí se han utilizado ingeniosos diseños para mantener el frescor en los días calurosos, o para retener el calor en los pocos días fríos del año.

Una vez más, contratamos a un guía que nos enseñó el palacio y nos habló de su asombrosa historia. También nos indicó el camino para bajar a Amber y no es improbable que se llevara una pequeña comisión por cada turista que consiguiera atraer hacia abajo. Si es así, tuvo un buen día.

Todo el viaje al Palacio Ámbar nos llevó alrededor de medio día, pero si cuento también las compras, el palacio puede hacerse probablemente en un par de horas. Sin embargo, decidimos quedarnos hasta la noche para ver el espectáculo de su fachada. En cuanto empieza a oscurecer, tienen un espectáculo genial que ilumina toda la pared del palacio y donde se cuenta la historia del palacio. El espectáculo es primero en inglés y una hora después en hindi.

Durante nuestros días en Jaipur no llegamos realmente a todos los lugares que habíamos planeado visitar, pero como dijo una vez un sabio, "se hace lo que se puede". En cualquier caso, nos llevamos una imagen positiva de la ciudad, aunque en mi opinión era quizá un poco demasiado grande y caótica. Una de las razones por las que los planes se retrasaron un poco fue el caos del tráfico y que, por tanto, se tardaba mucho en recorrer incluso una distancia corta. Lo que nos hubiera gustado ver pero para lo que no tuvimos tiempo es, entre otras cosas, el Fuerte Nahargarh, situado a las afueras de la ciudad, el Templo Birla, un templo enteramente de mármol blanco y Gaitore, monumentos conmemorativos de los reyes. Sin embargo, eso tendrá que ser en otro viaje, ahora nos vamos a Udaipur, la Venecia de Asia. En Udaipur nos alojamos en un hotel realmente emocionante sobre el que puedes leer más. aquí. Si quieres ver más palacios y templos o tal vez ver un tigre, te sugiero que hagas clic aquí. aquí.